El fenómeno de las redes sociales ha favorecido y desfavorecido en ciertos aspectos al mundo del coleccionismo, con él han nacido miles de grupos dedicados a la compra y venta de artículos coleccionables. En aquellos grupos surgen personajes sumamente interesantes y de lo más variopintos, que llevan años en "el rubro" estando llenos de conocimientos, transformándose en eruditos sobre un tema. Otros simplemente comienzan a acaparar sin más y por mera obsesión.
En coleccionismo hay mucho de donde elegir, de variados gustos y colores, por ejemplo, hay gente que prefiere coleccionar figuras Vintage por los recuerdos que evocan, otros coleccionan juguetes modernos muy detallados, algunos prefieren coleccionar juguetes en caja y otros fuera de su empaque... otros que coleccionan monedas, estampillas, corchos de vino, separadores de libros, herramientas, libros y así un gran etcétera. Pero ¿Qué hace al coleccionista merecedor de aquel titulo?
Con el correr de los años en redes sociales como Facebook se han levantado intensos debates al discutir la respuesta de esta pregunta. Obviamente como dije anteriormente las interpretaciones son variadas, pero hay un factor común. El último tiempo hay una predominancia a la competitividad provocada por el aumento masivo de coleccionistas convocados en un sitio web, como reflejo de la sociedad moderna, el espíritu de camaradería acabó por desaparecer y ahora cada cual vela por acumular lo que más pueda para así restregárselo a sus pares en la cara.
Atrás quedaron las salidas en grupo a la feria junto las largas conversaciones relacionadas al hermoso hobby que nos convoca. El espíritu del coleccionismo se está perdiendo y poco a poco se transforma solo en un negocio.
A modo de opinión personal, el verdadero coleccionista es aquel que no le importa competir con el otro, es aquel que colecciona para sentirse satisfecho con sigo mismo, sintiéndose interesado por aprender y compartir conocimientos sus pares. El verdadero coleccionista es quien se relaja con su pasatiempo y no se estresa, es quien mira su colección como algo personal y único, un manifiesto de sus gustos. El verdadero coleccionista no debería denigrar colecciones menores, puesto que cada una tiene una historia diferente y mucho esfuerzo por detrás. Las colecciones son tan únicas como sus dueños, es por eso que un verdadero coleccionista no debiese envidiar ni menospreciar la otra.
Chicos, si están leyendo esto, apóyense del compañerismo para aprender, para navegar juntos en este turbulento río y ayudarse mutuamente, porque de los años que llevo coleccionando, he aprendido muchas cosas, pero la más importante es que una persona nunca deja de ser un aprendiz de la vida a pesar que tus pares te consideren maestro. Siempre se aprende algo nuevo, aprovechen las experiencias grupales para aprender y evocar, no para discutir y estresarse como si de un trabajo se tratase... después de todo, esto es una ventana fuera de la realidad, algo que nos distrae, nos saca de la cotidianeidad haciéndonos felices por momentos.
Espero que junten muchas anécdotas y se diviertan. ese es el objetivo!
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